domingo, 2 de diciembre de 2012

Memorias de una Geisha

Memorias de una Geisha es la primera novela del escritor estadounidense Arthur Golden, se publicó en 1997 y llegó a mis manos diez años después. En muchas ocasiones, un buen libro te lleva a una buena película, sin embargo, en mi caso, la película de Memorias de una Geisha me llevó a descubrir el libro que se escondía detrás del maravilloso montaje.
Desde pequeña he sentido un gran interés por la cultura asiática, y en especial la japonesa, todo esto me llevó un día a ver esta interesante adaptación, os aseguro que mereció mucho la pena. 
La película de Memorias de una Geisha tiene una  fotografía tremendamente cuidada, con un ritmo tranquilo y cuidado te transporta por las calles del Kioto y por el mundo tan íntimo y frío de las Geishas. Estos personajes están condenados a la soledad, a vivir en un mundo de apariencias y convenciones.

 La protagonista es Chiyo, una niña que es vendida por sus padres a la okiya (casa de Geishas) donde deberá formarse como tal y comenzar su andanza en el mundo de manera solitaria. Su hermana es vendida al distrito de las prostitutas y a muy temprana edad perderá toda relación con ella. 
Tras muchas complicaciones conseguirá convertirse en Geisha y recibirá el nombre de Sayuri, la actriz que la interpreta (Zhang Ziyi) es de origen chino y no japonés, lo que ha llevado a una gran controversia y criticas al respecto. Considero que el personaje está interpretado con gran maestría y que el valor de esta actriz, a la que ya pudimos ver en "Tigre y Dragón" y "La casa de las dagas voladoras", es insuperable.
El mundo de las Geishas es un mundo complicado, teniendo que luchar contra el amor o sus propios deseos y necesidades con el objetivo de cumplir aquello que les ha sido impuesto. El objetivo final de toda Geisha es encontrar un danna, un hombre de estatus que las libere de sus profesión y las mantenga económicamente.  
La película no pasó inadvertida, llegando a conseguir tres premios de la academia, entre ellos, el de vestuario y esto no es de extrañar, ya que tuvieron que diseñar innumerables kimonos para las protagonistas y actrices secundarias.



El libro, es una verdadera obra maestra, narrado en forma de memorias, introduce al lector en la mente de una Geisha. El escritor nos hace pensar que la historia y sus personajes son verdaderos y que es la propia Sayuri es la que narra sus memorias, sin embargo, todos los personajes son ficticios.
Hay varias ediciones de esta novela, algunas con mayor o menor adaptación al castellano. Os recomiendo que si es posible escojáis alguna donde aparezcan algunas palabras es japonés y su significado en castellano, disfrutaréis más de la lectura y descubriréis por ejemplo lo que es una okiya, una maiko o el mizuage.
Memorias de una Geisha es el ejemplo claro de una buena adaptación cinematográfica de una magnifica novela, básicamente, el ejemplo de un trabajo bien hecho. 
Esta historia oriental tan bien narrada y esta película tan bien construida son de obligatoria lectura y visionado para todos aquellos a los que les guste el ritmo pausado de los cuentos donde nos enseña que bajo la fría actuación oriental hay un sentimiento y una elegancia indescriptibles. Al igual que dice en la película "la Geisha es una artista del mundo etéreo". Disfrutad de este mundo etéreo. 






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